Que es la Omniarquía

El actual modelo de gobierno occidental se base en una democracia que podremos definir a intermitencia, en efecto hoy existe una relación directa entre elegido y elector basado en un mandato de representación a tiempo determinado normalmente de 4 o 5 años.
La intermitencia nace del hecho de que la llegada del nuevo mundo, fundado en la velocidad de comunicación, que hace la sociedad misma rápida hasta el punto de ser líquida, se conforma ya sobre programas que en su ser validos tienen una vida breve, de unos meses, compresa elaboración, desarrollo y fin, luego resultarán obsoletos, viejos.
En efecto si pensamos al mandato electoral actual el programa de quien es elegido, después de alrededor de un año ya es superado, ya no es al paso con los tiempos, obligando el político de turno, que tiene un mandado de 5 años, o a gobernar solo con su nuevo programa personal o con la ayuda de las interesadísimas lobbys.

En fin, después de un año de las elección de cualquier miembro de un parlamento occidental o de cualquier consejo municipal, aunque con una hipotética democracia perfecta, esto resulta ser inadecuado a los tiempos de la modernidad, somos proprio delante de una democracia a intermitencia que funciona un año y los demás 4 no. Podríamos definir esto como el infernal mecanismo hacia un estado a régimen dictatorial con una democracia oscilante.

De esta situación o se sale con la negativa amplificación de sistemas evolucionados dictatoriales o con el desarrollo de la democracia, o sea de un nuevo modelo democrático, lo que nosotros llamamos a democracia continua.
El ejemplo del que hemos empezado para modelar este proceso ha sido el libre software y los modernos sistemas de programación informática open source, es con estas nuevas habitudes – (y si no somos de memoria corta la vieja, sino verdadera habitud ha sido durante decenas de años la verdadera fuente del derecho) – que hemos definido los parámetros operativos de referencia útiles a construir nuestra nueva democracia.

La revolución digital, como sabemos bien, es continua inmersión hacia el ciberespacio y es proprio ahí que ya se ha muerto la experiencia de la representación, en efecto hoy gracias a la digitalización y velocidad a nadie le gusta hacerse representar por otro, sobre todo si incapaz, y la política pronto sufrirá las consecuencias como todo las demás formas de organización social.
Además el ciudadano desea cada día mas participar, pero para decidir y no cierto para hacer decidir otros que ya no los representan.

Esta verdadera reluctancia hacia la representación nos lleva a nuevos modelos de política, en efecto ya somos a la Biodemocracia, o sea al esfuerzo de los individuos en pequeñas comunidades que enfrentan pequeños y circunscritos problemas, pero pronto este método se transmitirá a los grandes temas y a las grandes soluciones por las grandes comunidades, lo que pasará tan pronto como haya una toma de conciencia de la fuerza que la grande comunidad tiene contra cualquier forma de gobierno.
Y es también de aquí que nacerá la voluntad del ciudadano de llegar a ser, porque ya así se siente con su marcado individualismo, un verdadero rey en su campo, en su tierra, en su dimensión política.

Entonces nuestra propuesta es la de construir un proyecto de democracia basado en la Omniarquía, nuevo modelo de gobierno emancipado y reglado a través de procesos de democracia continua.

La Omniarquía, a través del voto digital hecho secreto con las aplicaciones cuantsticas, es la elección popular a sufragio universal de la idea y ya no del hombre, el mandato no es a un político, sino a un funcionario que ejecuta e el proyecto político pedido con el voto por el ciudadano, y además este ultimo tendrá, a través del continuo auxilio de las tecnologías digitales, un inmediato control de las operaciones de inversión, gasto y verifica de los resultados, ayudado por la aplicación de las nuevas técnicas de naked public, o sea la desnudación de la publica administración puesta en absoluta transparencia. El constante control de los resultados de verifica de los proyectos, votados universalmente, tendrá que tener como objetivo la lógica del premio a erogarse a esas comunidades mas capaces de administrarse positivamente, resultados verifiables de balances en par y de los niveles de la calidad de vida, pediremos la aplicación de la ciencia de la share economy a cada actividad de finanza publica micro o macro.

Para llegar a la nueva era democrática de la Omniarquía necesitamos inmediatamente una nueva temporada constitucional cuando se puedan fijar las nuevas reglas, cuando se vaya hacia la eliminación de los sistemas biparlamentares substituidos por un poder legislativo en mano al ciudadano y una parte del poder que propone en mano a un mini senado, con un poder ejecutivo a proyecto y no mas decisorio