Quien somos

 

El proyecto Ecobihum nació en los anos 1994 y 1995 de un grupo de hombres y mujeres que decepcionados por los eventos que en ese periodo habían sacudido a Italia, se preguntaron por la deriva de su país y la sucesiva del Occidente.

La primera exigencia fue entender que hubiera pasado a la llegada de nuevas revoluciones científicas, demográficas, sociales; la segunda fue preparar un programa de gobierno del territorio basado en la grande innovación.

Afortunadamente, escogimos desde el principio el método de trabajo del laboratorio, o sea sabíamos por donde empezar con el análisis y estudio de la cuestiones, pero teníamos la mente abierta y lista para cualquier solución hubiéramos tendido delante, y esta fue nuestra arma mejor.

En marzo 1998 en Florencia, en Viale Rosselli nació la idea del Mosaico, la asociación con la que luego trabajamos durante todos los últimos años. Ya el nombre fue escogido por una razón cultural, como el mosaico es un conjunto de muchas piezas que forman un dibujo completo solo cuando pegamos la ultima. Hasta entonces la obra se queda incompleta.

Entonces cada diversidad, cada pieza, es insustituible, es fundamental, no puede ser quitado, y por fin el 3 abril 1998 nació jurídicamente en Florencia “el laboratorio del Mosaico” llamado también Mosaico.

Nuestra grande fuerza fue la humildad, siempre convencidos, que en el camino de búsqueda que nos  habíamos dado, no hubiéramos que tener certezas completas, y así nos encontramos frente a la realidad  de muchos descubrimientos que a menudo nos metieron en crisis, pero que al mismo tiempo nos daban la joya de entrar en un nuevo mundo.

Tuvimos el honor de poder colaborar con hombres formados y con catedráticos de muchas universidades italianas: S. Anna de Pisa, Cattolica de Milán, Parma, Florencia, Siena, Sapienza de Roma.

Tuvimos el honor de ser suportados por consultores como los del gobernador de Texas de la época, a los candidatos a la Presidencia de EE.UU. A los económicos de la Santa Sede Vaticana.

Tuvimos la suerte de poder trabar en proyectos de profesores de la universidad de Harvard, Toronto, de la Sorbona.

Tuvimos el honor de poder usar la paciencia y el amor de unos monjes benedictinos, y unos profesores de fama internacional, estudiosos de las propriedades de la mente.

En fin, vivimos una aventura y una experiencia única por la que agradecemos sobre todo la Providencia, que nunca nos quitó lo que necesitamos.

En último lugar, pero no por ello menos importante, agradecemos una Señora que nos fue muy cerca en los últimos 5 anos, que no nos ha dejado un segundo y que nos ayudo a hacer el justo orden final de un trabajo que, es cierto, fue enorme.

A partir de ahora, lo que fue nuestro por poco sera vuestro, solamente pedimos de conocernos para mejor ayudaros.

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