Ecobihum es el segundo Renacimiento

 

La conciencia de vivir en una nueva Era es el punto de partida de todo nuestro actuar.
El mundo es creación del hombre y participación a lo que ya es creado, unir el acto creativo y el Creado es el nuevo humanismo.
A cada ser humano es dada la posibilidad de llevar a cabo el acto creativo desde su nacimiento, lo que es en su índole, es una parte de su genética.
El acto creativo del hombre, una vez terminado, le produce bienestar interior, y es esa la prueba concreta que muestra la existencia del humanismo, … eso es el humanismo.
El humanismo tiene pero que ser colocado en su tiempo, en su época social, en su era tecnológica.

Cada humanismo, para vivir, necesita de un preciso y subjetivo escalón de valores como existe y se desarrolla en eso tiempo.
Pero también es verdad que la historia nos ha enseñado que cada humanismo tiene unos principios fundamentales que se repiten e continúan.

Uno de esos, seguramente el mas importante, es el siguiente: el hombre ser finito, o sea cada uno de nosotros ahora, en un cielo visible, lo que ahora tocamos con nuestros ojos, puede con su voluntad y fuerza espiritual entrar en el infinito, o sea en una utopía que llega a ser realidad y conciencia de la existencia de otros cielos, los cielos invisibles, porque podemos sentir su horizonte físico o tecnológico con la lógica que encuentra el espíritu, así el hombre con su camino de extraordinaria transformación se pone en devenir y puede llegar a ser una pieza única del infinito … de Dios.

El nuevo humanismo es así comparticipación a la creación de la materia y del mundo, es buscar la sapiencia como modelo con el que se crea el cosmos, es el esquema de creación del macrocosmo que se repite en la creación del microcosmo, su equilibrio es la sabiduría.

La sapiencia es modelo, la sabiduría el equilibrio.

Ese es el concepto filosófico sapiencial y entonces evolucionado en Dios que llega a ser hombre, y del hombre que llega a ser Dios, el verdadero punto de partida del Ecobihum, nuestra propuesta de un nuevo humanismo.

La contribución del sufijo ECO a la palabra humanismo tiene el significado de garantizar, a la presencia de un acto creativo del hombre, la armonía, el equilibrio de la biosfera, a través de la aplicación obligada del principio sistémico garantizado por el principio de precaución (cada creación es unida a todas las demás, la intervención en una de esas es la intervención en todas las demás). El ECO significa también la completa libertad del hombre de poder escoger su hábitat genealógico y sobre todo su demora.
La contribución del sufijo BIO a la palabra humanismo tiene el significado de garantizar que el BIOS natural (los elementos de la genética y de la microfísica) y artificial (los elemento de la informática y cuantística) sean co-modificados y co-generados a través del principio definido por el filosofo Denis de Rougemont de el in-nesto y del co-nesto, en una continua creación compartícipada del hombre y de los hombres, nunca interviniendo contra la natura propria o de los demás.

El ECO y el BIO tienen la función precisa de hacer el nuevo humanismo creativo, o sea adecuado a la elevación del hombre en el pasaje de ser finito a ser infinito.
Es la afirmación del  Ecobihum que llevara el Nuevo Mundo a su segundo Renacimiento.

Construíamos una grande civilización del Amor y de la Paz, como del Arte, de la Belleza donde la codicia y el egocentrismo sean limitados en los principios, en las reglas, en las normas.

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